octubre 14, 2006

NI UN DÍA MÁS¡¡¡¡


"Como a Rosario le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso, confundió el dolor del amor con el de la muerte".

Durante años construí edificios de ilusiones y erigí monumentos a tu memoria, ahora sin embargo, todo ha terminado. He decidido romper las cadenas, liberarme de ese fantasma que por tantos años he llevado en hombros.

Todo tiene su origen en un tiempo y un espacio muy distinto a éste. Comenzó hace tanto que aún no puedo recordar los detalles, lo único que recuerdo es a ti, tu silueta dibujada tras aquellas celestes cortinas, tu cadencia al mover las caderas, tu aroma, tu sensualidad, por Dios, cómo olvidar tu timbre, tu respiración al oído mientras me susurrabas tus planes para tirarte al vacío.

Recuerdo de especial manera como solía pasar largos momentos imaginando cómo es que sería un mundo creado entre los dos, tan sólo nuestro, lleno de esas cosas que nos provocan excesos sentimentales y humedades palestinas.

Al cerrar los ojos y dirigir mi mente hacia ti, las imágenes de aquellas mañanas enteras dedicadas a la contemplación del universo me llenan de un sentimiento por demás amargo, siempre termino pensando en lo que pudo ser, en lo que pudiese llegar a ser…

Ese es el punto en el que tomo el teléfono y marco tu número para después colgar inmediatamente.

Mi mala memoria me ha permitido recordar aquel pacto al que algún día llegamos en la cúspide de nuestra soledad y amargura por tener algo, aunque fuese un poco forzado. Aún hace unos meses esperaba con ansias pordioseras el cuarto de siglo para poder formar parte de lo que prometía ser la más grande hazaña en nuestras condenadas existencias. Ahora, en un día no muy lejano a éste, me he cuestionado por la cruda espera y tu consciente demora, llegando a concluir que ese tiempo y ese espacio ya no pertenecen a nuestros mundos y que, por más que así lo desee, sólo lograré arrancarte palabras al viento…

Y ahora que lo pienso, me llena de ira hacía mí mismo y me reprocho el hecho de ser tan terriblemente melancólico y no poder desprenderme de pronto de esas “pequeñas” situaciones que me llego a cuestionar tan a fondo y que encuentro sin sentido. Más Idiota me siento por haber escogido ese nombre para resguardar cosas tan preciadas, no pasa un solo momento desde aquel día en que no me torture en tu ególatra memoria. Pero hoy, desde este momento, NI UN DÍA MÁS ¡¡¡

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