agosto 21, 2010

SERÁ ?

Ah que la que se cayó, pues resulta que en unas cuantas horas parto a la ciudad de León para participar en la World Youth Conference 2010 y la verdad tengo algunas dudas, será una semana extraña, hace tanto que no estoy fuera de mi hogar por tanto tiempo y comienzo a pensar que ésta puede ser una buena oportunidad para liberar viejos demonios y pelear con ellos fuera de aquí, donde no puedan alcanzar a las personas cercanas. Este viaje me dará la oportunidad, fuera del evento al que asisto, de poner en orden algunas cuestiones que directamente tienen que ver con mis demonios como ya lo había dicho sin embargo temo darme cuenta de cosas que muy en el fondo conozco su camino, sólo que desvío la vista para ignorarlo pero tarde o temprano me tendrán que alcanzar. Hay uno que en especial me tiene preocupado, le he dado la vuelta demasiadas veces y me temo que esta vez tendré que enfrentarle y tomar una decisión, salvo por esto, el viaje será maravilloso

agosto 15, 2010

INCOMPLETO...

Y aquí está de nuevo, como reloj, me sale al paso y resulta casi infranqueable y arremete con todo contra las debilidades. El corazón incauto resulta transgredido y se agazapa tras la vieja sobra de tus miserias. Aferrado a esa vieja falda rosa que dejaste sobre la cama y los zapatos que se negaron a caminar tras de ti, hincado frente a la cama, contemplando mi desdicha, pienso en lo que se fue de entre las manos, en lo que se deja atrás, en las promesas que dijiste jamás romperías, en tu estúpida sonrisa al despuntar el alba y gemir mi nombre mientras venias.

Incauto me inclino hacia tus cartas, tu perfume puedo olerlo, oler tu sexo, dibujar tus recias caderas y sentir tu estúpida piel durazno. Te odié me odié. Quise correr y saltar por la ventana tras de tu esencia putrefacta.

Exaltado regresé a contemplar tu falda, sí aquella que a diario me dice, me clama por tu partida. Irascible …

agosto 06, 2010

...

No sé cuántas noches te dediqué, cuántas lágrimas se derramaron por tu amargo caminar hacia la luz eterna de la apatía. Te amé por lo que eras, por lo que me hacías sentir, por lo que era yo cuando estabas conmigo, caminando a mi lado.
En aquellas noches cuando cerraba los ojos para intentar dormir, un sobresalto me arrancaba de tus brazos, una sensación de vacío me hacía sentir como en caída libre y regresaba exaltado.

Tomabas mis dedos entre tus manos y me apretabas fuerte como cuando no se quiere dejar ir algo, me asías a tu pecho y me frotabas contra tus senos durazno.
Me acicalabas el cabello y lograbas tener mi atención, miraba mi tenue reflejo en tus vigorosos ojos llenos de vida trémula y escondida apatía. Tus labios cerezas murmuraban aquella frase que me hacía sentir el hombre más feliz del Universo: “Aquí estoy”. Tus palabras acariciaban todo mi ser mientras se abrían paso hasta lo más profundo de mis entrañas. Tus dedos rozaban mi piel y me hacían sentir especial.
Me refugiaba en tu pecho, ahí podía escuchar tus dulces latidos, tu “maquinaria divina”, aquella que animaba ese bello ser que eras tú. Bella, con los pechos firmes, erguidos como retando a la vida me contagiabas de tu afán por conquistar.
Ahora heme aquí, al despertar exaltado tras un sobresalto, busco como por inercia tus brazos y en la obscuridad, no están. Desespero, grito, lloro, ya no miro más mi tenue reflejo, ahora sólo veo tu vacío y la apatía contenida.

Tus senos durazno volaron contigo ahora me froto con mis ganas de tenerte, de sentirme menos miserable cuando desde lo más profundo de mis entrañas un grito desesperado busca hacer eco en tu persona, es un llamado, un pedimento desesperado.

Una pregunta me viene irremediablemente cuando me descubro solo, aferrado a tu ser a tus ganas de odiarme, a lo que fue y que cual ecuación perfecta, no volverá sino para recordarme que has partido dejándome olvidado aquí, a mí tu perro guardián.