agosto 06, 2006

SOY ESTO O NO EN TU VIDA


Parado en la arena inmensa de tus ojos cafés, frente al mar, contemplo el misterioso oleaje. Ondas de luz danzan alegres en la superficie y gaviotas grisáceas sonríen saludando a los barcos en la lejanía. De repente la playa se engrandece, a cada instante, las aguas se alejan de mi, paulatinamente, y la arena se va abriendo paso a través de la humedad salina. Las olas invierten su rumbo. A sólo pasos de mis pies empieza el mar y el océano va a reventar donde termina el atardecer. Las gaviotas caen en picada al agua, arrastradas por una fuerza cósmica. No vuelven a salir más. Barcos enormes naufragan en la tormenta repentina. Un remolino al final del horizonte succiona el cielo como un trapo. Veo al sol caer rodando en aquel ombligo infinito que no perdona. Las nubes alzan fuego en llamas violáceas, y un olor a azufre me inunda los pulmones. El viento me arrastra volando encima del caos. Miro un instante el paisaje deformado, y caigo también en aquel túnel en medio de la nada. Un delfín azul pasa a mi lado. No logro sostenerme de tus pestañas. Salgo de tus ojos tristes y caigo rodando por tu mejilla. Maldición, que mal día para salir.

No hay comentarios.: