La larga ruta consistió en ir de “la estancia” a Cardona, de ahí a Buenavista, después a San Joaquín y luego al Trapiche para terminar en el “mono cagón” que está a la entrada de la ciudad y que da una apestosa y obscena bienvenida a todos los que pasan por ahí.
Respecto al post de ayer, creo que hice bien en descargar mi furia contra el papel y no contra esa estupida persona que no sabe qué trip con los asuntos chacalozos y que castra que te diga cosas sin saber que repercusiones puedan tener. Bien dicen que a palabras necias, oídos sordos, jejeje, bueno, eso creo que se aplica en este momento.
Ah, qué track tan especial: Divinity de Amorphis, me trae muchos recuerdos y refleja algo que a veces todos o al menos yo, hemos sentido.
Aquí la letra:
Last day brings the grace
For bearers of forbidden name
Step into five fold mace
As son as father in a frame
Someday fire wipes the rain
Fears are frozen tears whisper
Things that no one hears
Cry now, cry now for me again
Tomorrows pride and pain
Why you kneel before my name
Crushing my belief
And make shape to my relief
For who you set your prayers
I can't hear them anyway
Es más, voy a poner algo referente a esto.
"Tuonela", (que salió en 1998) o lo que es lo mismo, el infierno de la mitología finlandesa es la nueva obra maestra de este quinteto fines (Pasi Koskinen, voz; Tomi Kousuvaari, guitarra rítmica; Esa Holopainen, guitarra líder; Olli-Pekka Laine, bajo, y que recientemente abandono la banda; y Pekka Kasari, percusión).
"Tuonela" supone un nuevo paso en la evolución musical, de la banda, puede que una decepción para muchos de sus fans mas antiguos y seguidores de la banda en sus tiempos de doom-death melódico. El disco continua el sonido de su anterior "Elegy", pero depurando mucho sus formas, como es la desaparición casi total (excepto en la pesada "Greed") de la voz gutural que desde un principio había caracterizado a la banda. El sonido del disco en general continua la tradición del "Elegy": melodías que en muchos casos parecen sacadas del folclore finlandés y árabe, ejecutadas de forma magistral e incluyendo los sonidos de "guaguas" y pedales de distorsión ya característicos en la banda, teclado hammond (que con esas melodías arabescas parece sacado de cualquier disco de Rainbow) y incluyendo nuevos elementos como es el sitar o un saxo en algunas piezas ("Greed" o "Nightfall", por poner ejemplos) con los que los que Amorphis vuelven a innovar tras el paso que supuso "Elegy". La banda abandona un poco la potencia de sus guitarras y se acerca mas al gótico mas ambiental, pero por supuesto manteniendo su toque folk "Made in Amorphis", como se puede apreciar en la genial canción que abre el disco, "The Way", o la que lo cierra, "Summer´s End". En definitiva, se trata de otra obra maestra con la que la banda de Helsinki demuestra ser incombustibles a la hora de componer e innovar... Como suele ser habitual en ellos, un trabajo imprescindible.
Si a alguien le interesa este material, yo lo tengo, les puedo dar una copia…
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