noviembre 14, 2006

LA ENORME GRANJA

Érase una vez una granja con sus puerquitos, gallinitas, becerritos y hasta sus pequeños ponis. Esta granja se dividía en cinco grandes corrales. En el corral uno estaban las gallinitas. En el corral dos estaban los puerquitos, todos ellos engordando en espera de su día de ser unos ricos calmantitos. En el corral tres criaban pececitos. En el corral cuatro estaban los becerritos. Y en el corral número cinco se encontraban los animales que no querían en los demás corrales, los que según el dueño de esta enorme granja, tenían una rara enfermedad que los hacía quejarse todo el tiempo de las condiciones en las que se encontraban. También hablaban, leían, criticaban, maldecían… un día llevó a un veterinario y éste dio su diagnostico, la rara enfermedad la describió como pensar. Esto asusto tanto al dueño, un señor gordito, canoso y con gran parecido al Doctor Simi, que decidió cerrar el corral y echar a la leña a todos esos raros y enfermitos animales que nada tenían que ver son su extraño mal…

Y así versa el cuento de la granja y su corral llamado delegación cinco y en específico la escuela de Filosofía. Cruel fatalidad la de nuestras aulas, queriendo estar ocupadas por gente pensante y sin embargo deseadas para meter becerros, ovejas, borregos, seguidores de un tonto sistema de vida consumista, tirados a la vida fácil.

En fin, creo que esto es la punta del iceberg, ya el anuncio se ha hecho, la Escuela de Filosofía será cerrada bajo el argumento de “perdida de interés”, pero si me pregunto, cuando se le ha dado el apoyo y la difusión, nunca, salvo un pequeño grupo de compañeros, Neto, Claudia, Neri y Soriano, los cuales se dieron a la titánica tarea de visitar algunos bachilleratos para promocionar nuestra hermosa carrera, sin embargo por azares del destino, faltó tiempo y disposición por parte de directivos y no se cubrió ni en un cincuenta por ciento las visitas de los bachilleratos alegando una futura intervención.

Creo que nada se puede hacer ante la inminente derrota de la razón contra la avaricia de carreras productoras de recursos monetarios inmediatos. No queda más que decir lo que Neri dijo en alguna ocasión: pobre Escuela de Filosofía tan cerca de Lenguas y de Economía.

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