junio 20, 2006

VIRGENES SUICIDAS

“…aún en ese entonces siendo adolescentes tratamos de unir el rompecabezas, aún no hemos podido. Ahora donde sea que nos reunimos, en una almuerzo de negocios o una fiesta cóctel, siempre terminamos en una esquina recordando la evidencia una vez más, tratando de entender a esas cinco jovencitas, que después de tantos años no hemos podido sacar de nuestras mentes. Cecilia la menor tenia trece, luego Lux, tenía catorce, Bonnie tenía quince, Mary dieciséis, y Theresse diecisiete…”

“… y así empezamos a aprender de sus vidas, recogiendo memorias colectivas de tiempos que no experimentábamos, supimos el encarcelamiento que era ser una chica, la forma en que su mente sueña y se activa, y cómo puede saber qué colores combinan. Supimos que las niñas eran mujeres con disfraz. Que entendían el amor e incluso la muerte, y que nuestra labor era sencillamente hacer el ruido que parecía fascinarles. Nos enteramos que sabían todo sobre nosotros, y que nosotros nunca podríamos comprenderlas…”

“… nosotros nos llevamos las fotos familiares que tiraron a la basura. Al final tuvimos piezas del rompecabezas, pero sin importar cómo lo armáramos, siempre quedaban espacios. Vacíos extraños conformados por lo que nos rodeaba, como países que no podíamos nombrar. Lo que quedó de ellos no era vida, sino la más trivial lista de frivolidades. Un reloj marcando en la pared, una habitación obscura al atardecer y la atrocidad de un ser humano pensando sólo en ella misma…”

“…Comenzamos el proceso imposible de tratar de olvidarlas, nuestros padres parecían más capaces de hacer esto, volviendo a sus partidas dobles de tenis y a sus cruceros con cócteles como si ya antes lo hubieran visto todo. Era un verano en todo su esplendor, un año después de que Cecilia se había cortado las muñecas, esparciendo el veneno por el aire…”

“…como todos los demás, fuimos para olvidar a las chicas Lisbourne.

 ya basta, adiós mundo cruel, no no no no, no me entiendes, soy un adolescente, tengo problemas …”

“…Se ha dicho tanto de las chicas con los años, pero nunca encontramos una respuesta, al final no importó qué edad tenían, o que eran mujeres, sólo que las habíamos amado, y que no nos habían escuchado llamarlas, aún no nos escuchan llamarlas fuera de sus habitaciones, en donde quieren estar a solas para siempre, y en donde nunca encontraremos los pedazos para unirlas.”

1 comentario:

Ernesto dijo...

En efecto, un suicidio es debastador, para las personas cercanas a quien lo comete, el "por que" queda flotando en el aire, y es desconcertante por que muchas veces el suicidio es algo que no se ve venir; algo que se oculta muy bien bajo la superficie de la persona, y que es aun mas desconcertante cuando no hay nota suicida, cuando la posibilidad de una explicación por más vaga que sea, se cierra con la sombra de la muerte y no nos deja saber que clase de fuerza o motivos profundos terminan con un cuerpo colgado en una habitación, unas lagrimas secas, una cabeza destrozada...unos puños cerrados con fuerza.