junio 25, 2006

LO QUE HACEN OCHO MESES Y UNA TARDE CON LLUVIA...


Cierro por un momento los ojos y comienzo a tener visiones borrosas en torno a mi vida, confundido intento mirar más allá, sin embargo esta maldita sensación me hace abrir de inmediato y dejar entrar al mundo a través de mis pupilas. Ahora me doy cuenta que después de ese funesto día, nada volverá a ser como antes, el sueño, la vigilia, loas amaneceres, los atardeceres, el ejercicio, la música, la muerte, el amor, el odio, la venganza, el sexo, el desprecio, la soledad, el estudio, la lectura, la comida, las nubes, el sol, el agua, la computadora, el cine, las mujeres, la bebida, el cigarrillo, la angustia, las llamadas, los deportes, la familia, las personas, los animales, las estepas, los ríos, el mar, las olas y sobre todo, YO. A veces quisiera tirar del gatillo y terminar de una buena vez por todas con esta pesada carga, liberarme, pero no puedo, siempre hay algo que me impulsa a dar el siguiente paso, a seguir andando el sendero. No puedo negar que toda esta odisea haya sido dura y que me dé miedo pensar en un futuro no muy lejano, por el contrario, cada vez que siento el sol y el viento nuevamente, me aferro más a este sentimiento.

De pronto vuelvo a cerrar los ojos y las visiones ya no son tan borrosas, ni siquiera están presentes, ahora cada vez que cierro los ojos encuentro simplemente un reflejo de lo que ha sido esta caminata… Y ahora que lo pienso un poco más, el hecho de que todo no vuelva a ser como antes no tiene porque preocuparme, pues sólo es cuestión de tiempo.

No hay comentarios.: