marzo 11, 2007

TAL VEZ VAYAN AL OLVIDO?

La luna iluminaba la soledad y un suspiro danzaba en el aire como una mariposa inquieta. Y en la lejanía que causa la nostalgia repentina el preguntó con inocencia: ¿Adónde van los amores que no se olvidan?

Ella lo miró con una sonrisa triste, y un callado instante abrigó la soledad que se sentía muy fría. Y después como en un sueño, de sus labios salieron palabras fugaces como estelas de dorados cometas. Y respondió: -"¿Sabes? Eso lo tenemos que ir descubriendo, en las estrellas y en el mar, en todos lados, en cada rincón, en cada hola y en cada adiós. En cada palabra, en cada canción, en cada gesto, en cada silencio matizando mi voz, en cada mirada, en cada risa, en cada caricia, en cada volátil conversación de amor, en cada día sin tu sonrisa. En cada instante, en cada tarde lluviosa sin tu compaña, en cada beso, en cada segundo. En todas partes y a toda hora. ¡Hasta en cada cosa pequeña o tontería!"

-"¡Pero, ay la vida sin ti!"-dijo él- "La vida sin ti es otro mundo y tus pasos se me perdieron de vista por seguir otros rumbos."

-"¡Que ojalá lleven a la felicidad!" -interrumpió ella con los ojos iluminando el momento con rayitos de alegría.

-"Ojalá, mas la felicidad sin ti, no será jamás tan grande como la felicidad contigo...".

Y diciendo esto, quiso acercarse para darle un beso que despejara la duda, mas la imagen de ella se deshizo como el humo entre la oscuridad nocturna hasta desaparecer como una melodía. Hundido en su frágil ilusión, bajó la mirada. El viento jugaba a esconderse de la melancolía entre los árboles. Tan sólo el silencio, como una barca solitaria en el mar, permanecía a su lado. Ella se había ido. Y la luna iluminaba una lágrima muriendo sola.

1 comentario:

Editor Web dijo...

Barbara la historia. Y siempre he pensado que leer a Ciorán es mas una cuestión de destino que de elección.