enero 07, 2007

TÚ ECHALE, QUE AL CABO EL DE ATRAS PAGA... UNA ANALOGÍA SOBRE LA SALSA



Gracias a “BLINDMIND” por tomarse la molestia de leer éste, su blog de confianza y por tomarse la doble molestia de dejar un comentario acerca de lo que aquí se expone.

"Una moda filosófica se impone como una moda gastronómica: se refuta igual una idea que una salsa"

y yo me pregunto, ¿como se refuta una salsa?

Me quedé pensando y mira que no lo hago mucho, acerca de la interrogante. Imaginemos un típico puesto de tacos, tortillas, carne adobada, asada, tripa, chorizo, res, lengua, labio… ahora la mesa, o en su defecto el comer parados frente al puesto. Ordenamos dos de tripa, dos de asada y dos de res, antes de comenzar a comer, les ponemos salsa encima, tenemos para escoger, salsa roja, salsa vede, de habanero… el chiste es ponerle un sabor extra a la carne contenida en la tortilla.

Al momento de morder el taco y masticar, de inmediato salta al paladar el sabor, la carne está bien, la tortilla igual, pero la salsa, ¿qué tiene de especial la salsa? Sencillamente se pueden identificar varias características, las cuales son análogas a los sucesos de la vida cotidiana. No todas las salsas pican igual, no todas hacen salivar, no todas tienen ese sazón tan especial y mucho menos no todas te hacen recordarlas cuando vas al baño después de hacer la digestión. Es por eso que se parecen a la vida cotidiana, no todas las personas, situaciones, cosas y demás, nos hacen “degustar” y sentirlas cuando las experimentamos. Sin embargo la pregunta versa sobre la forma de refutar una salsa, creo que me introduzco en un territorio inhóspito y escabroso pues, desde mi perspectiva, sólo se puede reflexionar y con el ejercicio constante de esta labor, modificar una actitud o conducta o hasta la propia existencia, más sin embargo, ¿refutar nuestra existencia? Eso es algo que muchos hemos intentado y considero que no se puede, al menos no en la manera que quisiéramos, por lo tanto concluyo que una salsa no se refuta, se debe acceder a su conocimiento por medio de la experimentación, si nos enchila, nos hace sudar, jadear, salivar o hacernos recordar su sabor a la hora de ir al baño, es cosa que se acepta y se intenta llevar un rumbo, lo mismo con la salsa, se come y se acepta el hecho innegable de que algo nos va a arder…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!
Gracias por desarrollar el tema, y me parece muy apropiado tu reflexion acerca del tema, pero para no confundirme mas, partiré de la base que ya has expuesto. Ahora, yo concebía el tema de una forma diferente, y yo tenia en mente que el hecho de "refutar una salsa" era como suprimirla, rebatir, o contrarrestarla con algo "mas". Asi que por ejemplo a los tacos les ponemos un poco mas de sal, en una proporcion que no sea exagerada, pero lo suficiente como para no permitir la degustacion de la misma. Y ya, se ha refutado la salsa.
Ahora, si nos trasladamos al mundo de las ideas, sucede lo mismo, solo basta poner desarrollar un poco mas una idea en general, para que suprima la "idea" concebida anteriormente.

no crees?

A fin de cuentas no son las corrientes filosoficas, estados de animo?
jaja
i dunno, no soy filosofo

saludos!