diciembre 10, 2006

A MIS DESTRUCTORES...

Este sórdido sonido que no me deja dormir, este frío sudor maldito, esta horrible sensación, angustia, no lo puedo creer, estos días no he podido hilar horas amenas de sueño, maldita sea la hora en que conocí este sentimiento. Estos días que se supone serían bastante buenos, corren impetuosos, ensalzados en glorias pasadas y futuras derrotas.

Me aterra la idea del mañana, a veces cuando pienso en el día de mañana la angustia y esta maldita ansiedad me hace su presa y termino sentado en un rincón llorando al borde del suicidio. Algo me mantiene vivo más no puedo identificarlo.

Las palabras provienen de una extraña caja que guardo en mis adentros, es ahí donde el verbo se conjuga y mi razón clama por el alivio de las sensaciones “mundanas” y que llegan a quebrarla la mayoría de las veces.

Los pasados días han transcurrido tan distantes, siento que no los he vivido, apenas si recuerdo lo que hice el día anterior, me frustra tener que sentirme así, aparte de ser extremadamente cansado. No he escrito, mi mente se ha bloqueado, he abandonado por unos días la labor de escribir y actualizar el blog, sinceramente vivo en una tormenta en este momento, paciencia les pido, no olviden que antaño reí junto a ustedes, no me maten, toleren mi entupida condición y de ser necesario sientan lastima por esta mundanidad atormentada.

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