EL REGRESO DEL JEDI

Al fin puedo postear algo (porque es postear y no “postiar”, o sea, hay que saber escribir). En fin, dejando un poco de lado el pedo de la escritura y las aberraciones que de ella se derivan, puedo continuar.

Las últimas semanas me las he pasado en friega, tengo mucho qué hacer y pues llego bien cansado y ni chance de poner algo, aparte de que estaba fallando la conexión. Entre los preparativos de la conferencia de este mes, las salidas programadas, el deber azul, el mandil, las labores diarias, el entrenamiento… en verdad que me encuentro un poco más ocupado de lo normal.

Los fines de semana pasados salí y me la pasé muy chido, nos tocó ir a San Luis Potosí, bárbaro el viaje, para empezar salió en cien pesos (hospedaje en el Fiesta Inn, alimentos, transporte en los turísticos Manzanillo), buen trip el recibido. También estaba la ida a Monterrey a jugar contra los auténticos tigres, no manchen, pesadísimo, espero todo vaya bien, aunque no creo ir.

Ahora bien, hay algo que no quiero dejar pasar y es el asco que me producen ciertas personas. No es que sea sangrón o pedante pero en verdad se pasan, aprovechan la ausencia del “otro” para hablar en su contra, lo peor del caso es que lo hacen para quedar bien y en verdad que el que queda mal es el/la pobre estúpido/a que intenta quemar a los demás. Pero qué le vamos a hacer, entre los que se creen acá muy chichos y terminan siendo una mierda o ya lo son… por me comentaron de alguien que traían en chinga en la escuela, todos se reían de su persona y ahora se cree un ser divino…

Gente, gente… pero como dice el gran Quijote de la Mancha: “es señal de que vamos avanzando”

Jajajajaja

Saludos a toda la banda pitera… y aguas¡¡¡ a lo mejor nos vienen con la noticia de que ya son emos, jajajajaja