septiembre 06, 2008

PANICO MATUTINO

Por si acaso un día intento despertar y no te encontrara a mi lado no sabría qué hacer. Correría desnudo por las calles, maldeciría mil veces el día en que te perdí y no podría más vivir así.
Tejería millones de razones posibles para tan cruel final, los días tornados de gris parecerían largos años implantados debajo de la piel.
Sentado al fin en una esquina, lloraría, me sacaría lo ojos para no ver este mundo sin ti, sin tu silueta.
El mundo cruel, plagado de turbias realidades clamaría el precio de mi vida en la sangre de cien vírgenes. Millones de sueños derrumbados, ilusiones abatidas bajo el yugo de tu ira, pasiones nunca más sentidas, inmaculados gemidos tras la incierta noche moribunda.

No estoy listo, no quiero pagar aún el precio de mi vida, no estoy ni remotamente convencido de haberla vivido, no me quiero ir, ni puedo, me aterra la idea de no volver a abrir los ojos, de no soñar mas horizontes, de no tocar más tu piel. En las noches cuando logro encontrar sosiego, brinco de la cama como esperando algo que sé que no vendrá. La paz se me fue de entre las manos, la tuve, la dejé ir. No me di cuenta.

Clamo a diario por las noches no tener que sentirlo más, si tan sólo pudiera no vivirlo más. Daría gustoso algo por no sentirlo, que todo amanecer fuese mejor al anterior, lleno de toda la dicha matutina y no esta terrible incertidumbre que carcome el cascaron. ..

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