Hoy sencillamente no puedo encontrar el rumbo, no sé hacía dónde andar, tengo nauseas, odio la vida por lo que fue, es y será. No quiero más ataduras, deseo simplemente tomar las riendas y salir. Derramar la sangre de algún fiel cordero.
Camino a diario entre muertos, sentenciados desde el día de su concepción a visitar el fatal puerto de la partida. Odio todo cuanto tocas, todo cuanto piensas, todo cuanto caminas. Debería haber una prisión para crímenes como el tuyo, deberían hacerte tragar por cerdos salvajes y dejarte postrada con las piernas abiertas al aire como castigo a los lamentos de la luna.
Por las noches dejar que los cuervos coman de tu sexo y por las mañanas untarte con limón, dejar que tu dolor sea tan grande como mi penar, muere!!! Gritaré al amanecer y que vivas rogaré a los Dioses al caer la noche. Tomaré el silencio tras tu muerte como disculpa a todo el dolor que has traído y te has negado a llevar contigo. A final de cuentas sólo quedo yo en el olvido tras tu triste y apática partida.
1 comentario:
Si...
A mi tambien me da gusto leerte siempre.
Ando triste sabes?
Vuelvo a las andadas ja!
pero siempre sonrio quiza esa sea la cura de mis males pasajeros! :D
Te quiero
Te mando un beso.
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