octubre 12, 2005

de rencuentros y motocicletas...

Martes 11 de Octubre de 2005... Que raros son estos días, tan llenos de un sentimiento aniquilante que poco a poco se va desvaneciendo y deja tras de sí una estela de tranquilidad, que si bien no era para nada esperada, reconforta y transporta a un lugar mucho más tranquilo.

Hoy salí a las 5 de la facultad y decidí quedarme un rato en el campus a disfrutar de una tarde que ya pintaba un poco fuera de lo común. Sin embargo, por azares del destino me retire en compañía de unos cuantos compañeros al centro de la ciudad a visitar la pinacoteca de la "perversidad" de Colima. No tenía ni la menor idea de lo que me esperaba...

Sucede que me he encontrado con una persona a la que no veía hacia ya mucho tiempo y que pensaba había dejado de formar parte de mi atormentada existencia. Alcé la vista y la vi., sencillamente no podía creer que era ella. Pero si era, y de pronto la encontré más bella, llena de algo que hacia mucho tiempo que no percibía y mucho menos podía apreciar. Un hola salio de mi tartamudeante garganta y con un tono de asombro.

Cruzamos algunas palabras y pasamos a un lugar donde hay una especie de mini biblioteca y nos sentamos a charlar un poco. Deseaba tanto poder saber más de ella, de cómo le había ido, saber si todo este tiempo siquiera pensó alguna vez en mi, en mi existencia. La sorpresa vino cuando me dijo que me veía más delgado pero me notaba un poco "apachurrado", y cómo no habría de estarlo, si la existencia es una carga dura de llevar y mucho más complicada de entender.

Seguimos con la tan amena charla y de pronto pude sentir como de mi interior comenzó a emanar un sentimiento muy raro y pocas veces sentido, este sentimiento me llenaba de unas tremendas ganas de romper en llanto y contarle cuan amarga ha sido la cuesta y a la vez sentía la necesidad de explicarle dicho sentimiento.

Llegó el momento en que no pude resistir más y decidí huir cual cobarde, me despedí en tono poco cortés y emprendí la huida, de pronto escuche unas voces gritando mi nombre, acto seguido le atendí y me percate de que eran otros compañeros de la facultad. Decidí pues, irme con ellos y cruel destino, una amiga me ha pedido mi poco grata opinión acerca del mal de amores, a lo que respondí de la mejor manera que pude.

Después me dirigí a tomar el camión que se supone habría de traerme a casa, pero no tenía idea de lo que me esperaba...

Lo abordé y me senté cómodamente y comenzó el viaje, al llegar a una esquina el conductor cedió el paso a una camioneta y después arrancó, y fue justo en ese momento cuando una motocicleta salió de la nada y se impacto de frente con el camión, justo en el lado donde iba sentado.

Por fortuna no pasó a mayores, solo unos cuantos golpes al conductor de la moto y a su acompañante una muy buena quemada con el escape. Llegó la ambulancia y se llevo al conductor porque sentía un dolor en la pierna, una posible fractura. Mientras tanto, al chofer del camión se lo llevaron en calidad de detenido, lo cual me dejó pensando en como la vida puede cambiar de un momento a otro.

Sin embargo, qué puede hacer un simple humano ante tal situación... creo que sólo escribir acerca del tema y reflexionarlo un poco.

Pues me retiro, ha sido un día muy agitado y creo que necesito descansar, así que a dormir...



No hay comentarios.: