septiembre 14, 2009

NO A LAS PSEUDO REVOLUCIONES¡¡¡

Mientras la Nación se desangraba una vez más, al despuntar el alba, nacía el capítulo más álgido de toda la historia de la Madre Patria.

Un grupo armado, pseudo revolucionario, tomaba por asalto a las tropas militares, causando innumerables bajas y ataques. Todos los mexicanos no caíamos en cuenta hasta que las imágenes de lo que estaba sucediendo nos dejaron ver qué tan fuerte era el problema. En Rancho Nuevo, donde tiene lugar el cuartel militar de la 31 Zona Militar, se desataba una guerra entre estos supuestos revolucionarios y el ejercito mexicano; lo mismo sucedía en Ocosingo, el cual se convirtió rápidamente en uno de los sitios con el mayor índice de enfrentamientos, la mayoría de ellos, los más crudos de todo el conflicto.

El 12 de Enero, tras doce días de combate, el Gobierno encabezado por el HIJO DE PUTA de Salinas, ordenó un cese al fuego, arrancando así un proceso de guerra pasiva, sin embargo, las cosas no se enfriaron, si no que por el contrario, los grupos paramilitares entraron en escena y se comenzó con la batalla por los territorios. Campamentos como los de Polhó en donde más de 7 mil refugiados que huyen de dichos paramilitares, son muestra clara que el zapatismo, fuera de ayudar, empeoró el panorama de los ya de por sí, atacados Indígenas del sur de nuestro País. Ejemplos sobran, de los más de 150 conflictos derivados de estos grupos y estas causas, el de Acteal es el que más sonó, pues su crueldad y cobardía no escapan del juicio de la humanidad.

No obstante, no debemos olvidar que detrás de una Revolución, siempre debe haber algo por lo que se lucha, sin embargo, ante la cobardía de un líder que se esconde detrás de un pasamontañas, qué podemos esperar, así también de un gobierno falso, mordaz y avaro como lo es el de nuestro País. Lo cierto es que detrás de todo este movimiento el único perjudicado es el pueblo de México, que tras seguir a un IDIOTA, corre a tomar las armas en sus manos para acabar con la sagrada vida de su prójimo, su HERMANO. En vez de esto trajo a los grupos paramilitares que no sólo combaten al gobierno, o a los mismos pseudo revolucionarios zapatistas, sino que acaban por matar a cuanto mexicano se topan en su camino. Pareciera que a más de diez años de existencia del conflicto armado, esta “lucha” por los indígenas del sur, debiera avanzar como es propio de una REVOLUCION; lo malo es que como siempre sucede, la Revolución zapatista ha quedado estancada y ahora se ha vuelto objeto de placer de propios y extranjeros que han volteado a ver al movimiento como mero atractivo turístico.

Lejos del cambio anhelado por los indígenas, han conseguido pelear entre ellos y con sus demás hermanos mexicanos, olvidando así que eso no traerá mejoras, sin embargo, existen medios por los cuales se puede acceder a cambios fortuitos para su comunidad. En vez de buscar tener acceso a servicios de salud, buscan tener acceso a las armas, para que cuando los hieran en combate mueran por una simple infección por no tener medicinas o médicos, a los cuales ellos mismos renunciaron al ir tras las armas en vez de ir tras mejoras palpables en su entorno.

Bien, ejemplos sobran, tal es el caso de un pueblo en Colima, llamado La Yerbabuena, que tras tratar de ser evacuados, vino el “auxilio” de los zapatistas para que no los sacaran de sus tierras, lo cual me parece estúpido, pues se les retiraba de ahí por razones de seguridad ante una amenaza de erupción del Volcán de Fuego. Pseudo defensores como Asociaciones Civiles como los Iguana, gente como Marcela, por citar algunos, son estúpidamente enganchados a luchar por algo que no tiene razón de ser.

En fin, se trataba pues de expresar un punto de opinión y queda abierta la discusión para el tema, queda claro que no defiendo al Gobierno, ni a los zapatistas, simplemente se trata de defendernos como mexicanos, y el primer paso es no luchar ni matarnos entre nosotros.

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