Hoy casi por azar descubrí a Keren Ann, una chica de tremendo sentido del sonido y la armonía. Me dediqué a deleitarme con sus discos y ahora no puedo dejar de tararear una que otra tonada pacheca.
He retomado el proyecto de la novela y creo firmemente que verá luz en unos meses y no me importa si no encuentro dónde y/o alguién que se digne a publicarla pues a final de cuentas es un mero reflejo de muchas situaciones que me han hecho lo que soy y lo que seré por el resto de mis días.
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