Como siempre pasa, después de un rato de ausencia, se retorna al camino. Las cosas han estado leves, salvo por el cochinero que representa la política (con minúsculas), y digo esto porque tano de los de enfrente como de los locales tenemos cola que nos pisen y pues ya saben, el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. La otra vez leía un encabezado en un semanario que decía así: “EL PAN ES MÁS QUE PERSONAS…” o sea, ante tal aberración no me quedó mayor remedio que callar y tragarme mis ganas de… porque esa frase atenta totalmente contra la Doctrina del Partido, pero al parecer eso le importa un cacahuate a las personas que lo dicen.
Porque lo primordial en la Doctrina de Acción Nacional es la “PERSONA HUMANA” y pues para y por ellas es que existe la Institución, y si alguien nos dice que: “EL PAN ES MÁS QUE PERSONAS” está incurriendo no sólo en un error de sintaxis, sino que deja de lado la base de los cuatro pilares del Humanismo Político que nos sirven de guía, después, si el partido es más que personas, hace suponer que el Partido puede sobrevivir sin ellas, o sea que si se extinguiesen todas las personas del mundo, ¿el Partido seguiría siendo tal? ¿Qué razón tendría de ser si sólo está ahí, sin poder ser captado y sentido por las personas? Se nota claramente que se carece de sentido y de toda Lógica y que lo que se dice, se dice por decir, sin pensar y sin tener ni la más remota idea de lo que se habla.
Sólo me resta esperar a que venga alguien que sea coherente con su actuar y su pensar y que no deje de lado las cosas y las personas que lo hicieron llegar a donde está y que sepa por lo menos que él está en el Partido porque es una PERSONA que con la suma de las demás, hacen al Partido y que si en verdad fuera cierto lo que dice acerca de que es más que personas, entonces debería dejar de inmediato el Partido, porque puede ser sin él, sin ellos, sin nosotros.
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