Muchas huellas que borrar, mucho barro que tragar. Largos senderos andados, pocos caminos forjados. Sólo uno, el propio, el que no debe descuidarse ni dejar al olvido.
Sucede que en días pasados me integré de lleno al equipo de Acción Nacional. Estoy en el área administrativa, cruda realidad y un tanto rara, sin embargo estoy muy agusto y me parece una actividad estupenda…
Muchos se preguntarán qué pasa en estos días con mi vida, la verdad es que parece haber caído en un lapso inerte, un tanto tranquilo, salvo por esta cruda sensación… ansiedad.
De pronto me asalta por las noches, otras tantas tras el volante, en otras ocasiones en la oficina, sin embargo he podido sobreponerme y la verdad es que no sé si un buen día decida saltar por la ventana o simplemente pegarme un tiro en la cien. Ante tal realidad, tendré que pensar primero en comprar un arma… Ironías de la vida.
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