mayo 10, 2005

...y ahora sientate allí de frente a mí, escuchame muy bien y sin interrumpir...

Carajo… hoy regrese de la playa.

Así es, después de una larga ausencia he vuelto, no se si para quedarme pero al menos regrese…

Heme aquí hoy, escuchando rolas de Ricardo Cocciante, en especial aquella que dice más o menos así:

“y ahora siéntate, allí de frente a mi,

Escúchame muy bien y sin interrumpir,

Hace ya tiempo que quería decírtelo

Tratar de convivir, inútil resulto,

Todo sin alegría, sin una lagrima,

Nada para agregar ni para dividir,

Tu trampa me atrapo y yo también caí,

Que pase el próximo, le dejo mi lugar,

Pobre del que vendrá, que pena me da.

Cuando en el cuarto él, te pida siempre más,

Nada te costara, se lo concederás,

Como sabes fingir, si te va cómodo,

Yo te conozco bien, no sufro más por ti,

Y si vuelves a mí, pero te mostrare,

Porque esta vez yo sé, no se te olvida más,

Ahora desnúdate, sabes hacerlo bien,

Pero ilusiones no, que ya no traigo más,

Y te arrepentirás, cuerpo sin alma…

Se preguntaran qué demonios hago escuchando esas rolas, pero es simplemente el feeling que de vez en cuando llega y no deja a la conciencia en paz, pues parece divertirle hacer sufrir y recordar cosas y/o situaciones no muy gratas. Plantones, cortadas, cuernos… por citar algunas, pero en este momento me viene a la mente una situación bastante rancia y trillada. Resulta ser que un buen día por andar de buen acomedido, me dispuse a reparar la chompu de mi novia, dije: “no te apures, yo la reparo”. Pero oh¡ sorpresa.

Llego el día de ir a recoger la chompu, me traje el disco duro con la intención de formatearlo y precargarle el sistema operativo, llegue a casa, conecte el disco a mi pc y la encendí…

Bien dice el dicho, “el que busca, encuentra”, vaya manera de comprobarlo… me puse a explorar el contenido de dicho disco y entre las muchas carpetas me tope con aquellas donde el Messenger graba las conversaciones y OH ¡¡¡ sorpresa, resulto ser que me encontraba en un estado de Cuernophilus extremus in situ o lo que es lo mismo: mi novia me ponía el cuerno, jejejeje, bitch, pero lo mejor de todo fue cuando ella me “explico” todo y yo así sin más, la perdone…

Bastantes raros los métodos del amor para persuadir y hacerte cambiar de parecer en un momento, cumpliendo así la regla número uno del Eros: “el amor es irracional, escapa a toda estructura lógica”, pero por qué. Esta pregunta me dio vueltas y vueltas en la cabeza durante unos cuantos días sin lograr hallarle solución y esto lo atribuyo a que andaba bien clavado con esta chava más sin embargo, las alas de la existencia no dejaron de moverse y me fue concedida una luz al final del camino, por fin podría entender cual fue el error (según yo). El error consistía en idealizar a mi chava, pues supuse que era incapaz de matar siquiera una mosca y cuando la mato, dolió, y mucho… puede que esta idea solo sea el cojín que necesitaba para amortiguar el golpe, más no logro entender el por qué lo hizo. Pero como dijo Wittgenstein: “de lo que no se puede hablar es mejor callar”, mejor le paro y lo dejo a su libre criterio.

En cuanto a ella, no tengo idea si tiene a alguien o anda sola y es todo lo que puedo decir, pues no encuentro productivo estar intentando de entenderla.

Pasando a otras cosas, me fui a la playa, primero a Cuyutlan y de ahí a Paraíso, me la pase poca madre y en compañía de unos amigos de la Facultad de Ciencias Químicas y es curioso ver como sin querer uno se va buscando o procurando otro grupo de amigos, pues los de mi escuela a pesar de que son chidos, me quiero desafanar de la Filosofia para poder descansar un poco el cerebro y llegar fresco al nuevo semestre…

Pues creo que por ahora es todo, luego nos leemos…

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