junio 13, 2009

EN CASO DE...

Ante lo inevitable lo único que se puede hacer es tomar una posición cómoda para recibir el golpe, sin esperar salir librado, sólo tratar de que sea lo menor posible el daño provocado. Porque como dijo Brozo citado por el profe “palo dado aunque sea de lado”.

Y es que ciertamente hay situaciones de las que por más que uno lo deseé no se puede escapar; la muerte es una de ellas, no queda más que esperarla y tratar de aprovechar al máximo el espacio entre el nacer y el morir.

Lo que resulta difícil en este caso es el sentimiento que se provoca al no querer que ese momento llegue, al temer irnos y no haber disfrutado, pero sobre todo, y lo que más angustia, es la incertidumbre de no conocer el momento en el cual nos iremos.

En fin, estoy a punto de consumar algo, si todo sale bien, les comunicaré las cosas, de lo contrario, no los veré en mucho tiempo y hasta existe la posibilidad de no volver a hacerlo.

Saludos.

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