Gracias al gran motor por hacernos participes de la lluvia.
Ayer en la tarde por fin llovió, no fue muy fuerte, pero refresco y sin querer te pone de un carácter medio raro, algo así como nostálgico.
Aunque no quieras te contagias de este pútrido y decadente sentir que va mermando cada vez más tu capacidad de ver con claridad las cosas y te va llevando por senderos poco conocidos de la existencia.
Sin embargo no hay de que preocuparse, pues no creo que sea malo, lo que en verdad me parece malo es estar como nabo, no tener pareja y no poder pasar las tardes lluviosas acaramelados, será qué estoy amargado …
No creo, ya me hubiera dado cuenta…
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