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"...y de pronto abrí los ojos tras un estruendo ensordecedor y miré el techo blanco; el corazón golpeaba las paredes que lo rodean con fuerza y un repentino sudor frío recorrió todo mi cuerpo, la respiración agitada marcaba el ritmo de ese singular despertar. 
El primer pensamiento del día vino acompañado de un sabor a sangre que tenía entre los labios. 
La noche anterior había sido una mezcla rara de sentimientos y experimentos "humanos" que poco recordaba, sin embargo una cosa era cierta y me quedaba clara: yo había estado ahí, lo sentí, lo viví..."


Fragmento de "Loco Estepario"