marzo 29, 2012
...
¿cómo continuar, como empezar a decirte que te quiero si no traje mi sombrero?
A la deriva para dónde navegar, si tú sabes que he pasado a ser tu fiel soldado; y aquí estoy yo... postrado a tus pies como esperando tu sudor.
Las palabras son crueles armas, viles sentimientos se yerguen de entre tus senos.
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